Arquitectura Bizantina

Arquitectura Bizantina

Índice

La arquitectura bizantina se asentó sobre las bases de la arquitectura romana y tuvo fuertes influencias de otros estilos arquitectónicos, especialmente de estilos procedentes de Oriente Medio.

Características de la Arquitectura Bizantina

Pilares y columnas

Y no solo eso, sino que en el arte bizantino los pilares o las columnas también eran variados. Generalmente con fuste liso y delgado, coronado con un capitel bizantino. Este, el capitel bizantino, es una adaptación del capitel corintio, donde las hojas de acanto (típicas de las columnas de orden corintio) se simplifican utilizando una técnica propia de la región.

Arcos

Otra de las características de la arquitectura bizantina es que también se emplean arcos de distintos tipos. Principalmente para salvar luces reducidas como lo pueden ser entradas a las ciudades y a los edificios, sustituyendo así al dintel griego clásico y siguiendo con la tipología romana.

En los edificios bizantinos podemos encontrar, principalmente, arcos de medio punto, rebajados y peraltados.

Ornamentaciones

A la hora de analizar los edificios bizantinos se puede observar la importancia que le daban al interior de los edificios. ¿Por qué decimos esto? Porque el interior de los edificios, donde pasaban la mayor parte del tiempo, es donde podemos encontrar riqueza ornamental.

Los muros, por su cara interior, están casi desmaterializados a causa del abundante uso de mosaicos y elementos brillantes para adornar y dotar de luz a los espacios interiores.

En el exterior, por el contrario, los edificios aparecen incluso sin revocar. En muchas ocasiones no se les da ningún tipo de tratamiento más allá que arcos ciegos y contrafuertes para permitir mayores aperturas en vanos y ventanas.

Ejemplos de la Arquitectura Bizantina

Arquitectura Bizantina Basílica de Santa Sofía de Constantinopla


Basílica de Santa Sofía

Ubicación: Constantinopla
Construcción: 532-537

Arquitectura Bizantina Basílica de Santa Sofía de Constantinopla


Basílica de Santa Sofía

Ubicación: Constantinopla
Construcción: 532-537

Iglesia de los santos Sergio y Baco

Iglesia de los santos Sergio y Baco

Ubicación: Constantinopla
Construcción: 527

Arquitectura bizantina - Iglesia de los santos apóstoles

Iglesia de los santos apóstoles

Ubicación: Constantinopla
Construcción: s.VI

Iglesia de Santa Irene

Iglesia de Santa Irene

Ubicación: Constantinopla
Construcción: s.VI-VIII

Historia de la Arquitectura Bizantina

La arquitectura bizantina inicia en el siglo IV con la invasión de los bárbaros en el año 476 d.C., que puso fin al Imperio Romano de Occidente. Este acontecimiento provocó la división del mayor imperio hasta la fecha en 2 zonas: la occidental con capital en Rávena y la oriental con capital en Constantinopla, lo que actualmente sería Estambul.

Tras varios siglos de historia, siendo uno de los imperios más longevos de la historia, el período bizantino finaliza en el siglo XV con la caída de Constantinopla a manos de los turcos otomanos.

La Primera Edad de Oro (ss. IV-IX)

También conocida como «La Nueva Roma», dado que quería imitar las formas de la arquitectura romana, tiene sus inicios como continuación del arte romano.

La arquitectura bizantina se verá profundamente influenciada por las aportaciones del arte cristiano oriental, que asentará las bases para la época de esplendor de la arquitectura de Bizancio.

En esta primera etapa de la historia de la arquitectura bizantina destaca el siglo VI, y más concretamente entre los años 527-565 d.C. Este período es considerado el más importante de este período histórico por la gran riqueza económica del imperio bizantino y el florecimiento del arte bizantino.

Estos años estuvieron bajo el reinado del emperador Justiniano, que creó una compleja administración y ejército eficaces, lo cual se tradujo en la construcción de grandes obras. Al mismo tiempo se dedicó a ampliar las fronteras del Imperio, llegando hasta el sur de la península ibérica (lo que hoy sería Sevilla y Cádiz).

Durante esta época la capital del imperio bizantino fue Constantinopla, el lugar focal donde el arte bizantino alcanza su apogeo.

Segunda Edad de Oro (ss. XI-XV)

Este período perteneciente a la historia de la arquitectura bizantina coincide con lo que también se llama el renacimiento macedónico y, posteriormente, en la dinastía de los Comenos.

En esta etapa, el arte bizantino en general, se desliga del pasado romano y deja atrás esas raíces que tiene en el imperio romano, y comienza a extenderse hacia Rusia, Italia, Armenia, Yugoslavia y Grecia, además de Constantinopla, claro.

En esta segunda edad de oro del imperio bizantino, en lugar de ser Rávena la capital bizantina en Italia, fue Venecia la ciudad que tuvo el protagonismo.

Lo que más destaca de este período, en lo que a la arquitectura se refiere, es que los monasterios entran en juego y forman parte de los edificios más importantes junto con las iglesias y las basílicas predominantes de la primera edad de oro.

Los templos tienen, en su mayoría, planta de cruz griega inscrita y sobrecarga en el número de cúpulas. En esta segunda etapa, el exterior comienza a tener más importancia, de forma que para estilizar los alzados incorporan el tambor a la cúpula y se multiplican aún más las ventanas.

De esta etapa destacan, sobre otros edificios, el monasterio de Osios Loukás (San Lucas) en Grecia, la iglesia de la Virgen Thetotokos en Jerusalén y la Catedral de San marcos en Venecia.

Materiales

En lo que a la materialidad se refiere, la bizantina es una arquitectura que resalta sobre las demás por su abundante uso del ladrillo en sustitución de la piedra, pero con carácter decorativo (y no estructural, como otras culturas tenían por costumbre).

Tipologías

Las construcciones bizantinas seguían diversos modelos de planta: centralizada (octogonal, circular, etc.), de cruz griega o basilical. Esto llevó al uso de uno de los recursos más característicos de la arquitectura bizantina, que marcó un antes y un después: la cúpula.

La cubierta de gran peso quedaba contrarrestada con otras bóvedas o semicúpulas que, a su vez, generaban grandes espacios. Estos espacios podían ser de las siguientes formas:

Con cúpula

Gallonada o lisa, sobre pechinas, muy abierta por vanos y de piedra porosa

Mediante bóvedas

De cañón, de crucería o de aristas

Planas

Generalmente elaboradas con madera o piedra

Esta diversidad de tipología en las cubiertas se debe a que en la época se inventó un nuevo sistema constructivo basado en el tambor de las cúpulas que permitía pasar de una forma cuadrada a circular y, además, le aportaba mayor elevación a los edificios.

Esta gran riqueza de cúpulas y tipologías de planta, junto con la abundancia de ejemplos de basílicas que tiene la arquitectura bizantina, nos deja claro que esta tipología, la basílica, es el edificio más emblemático de este período.

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